El sistema nervioso también necesita masaje: cómo el tacto ayuda a calmar cuerpo y mente

Estrés, insomnio, ansiedad: muchas veces el origen está en un sistema nervioso saturado. Acá te explico cómo un masaje bien dado puede ayudarte a calmar desde adentro.

MASAJE, MENTE Y SISTEMA NERVIOSO

5/22/20252 min read

Cuando pensamos en masaje, la mayoría imagina músculos tensos, nudos en la espalda, o alivio físico. Pero hay una dimensión igual de importante, aunque menos visible: la influencia del masaje sobre el sistema nervioso. En tiempos donde la mente no para, el cuerpo acumula tensión invisible que no siempre se resuelve con estiramientos o ejercicio. A veces, lo que necesitamos es algo más simple: contacto humano, ritmo, y una pausa para el sistema nervioso.

¿Qué tiene que ver el sistema nervioso con el estrés y el cuerpo contracturado?
El sistema nervioso regula todo: el ritmo cardíaco, la respiración, la tensión muscular, el sueño, la digestión, el estado de alerta. Cuando estamos estresados o sobreestimulados, el cuerpo activa lo que se llama el sistema nervioso simpático, el modo “lucha o huida”. Esa es una buena respuesta si tenés que escapar de un incendio. Pero si vivís ahí todos los días, el cuerpo lo paga.

El problema es que no siempre nos damos cuenta. Un cuello rígido, insomnio, una mandíbula apretada o un intestino lento pueden tener más que ver con un sistema nervioso en alerta constante que con un mal movimiento.

¿Y qué puede hacer el masaje?
El masaje —cuando está bien dado— activa el sistema parasimpático, que es el encargado de todo lo contrario: de relajar, regenerar, calmar. Ese sistema funciona con señales sutiles: el ritmo lento, la presión constante, la respiración pausada, el calor de las manos.

Esto no es esotérico. Es fisiología. Hay receptores en la piel que le dicen al cerebro: “Todo está bien. Podés bajar la guardia”. Y ahí es cuando el cuerpo empieza a soltar.

¿Qué tipo de masaje ayuda a calmar el sistema nervioso?
Más allá del nombre de la técnica, lo importante es el enfoque. El masaje californiano, por ejemplo, trabaja con movimientos largos, envolventes, pensados para inducir un estado de trance corporal. Pero un masaje descontracturante también puede generar calma si se da con conciencia, sin apuro, con una respiración presente.

Lo esencial no es solo qué se hace, sino cómo. El cuerpo reconoce el ritmo y la intención. Cuando el terapeuta está presente, el cuerpo también puede estarlo.

No es solo relajación: es regulación
Lo que mucha gente busca cuando viene con ansiedad o insomnio no es solo “relajarse un rato”. Es volver a un estado de equilibrio más profundo. Poder dormir, comer bien, pensar con claridad. Y eso empieza por permitirle al sistema nervioso que encuentre su eje. El masaje no cura mágicamente, pero puede ser una vía muy efectiva para volver a ese estado de base desde donde todo funciona mejor.

Conclusión personal
Con el tiempo entendí que un buen masaje no es solo muscular, es nervioso. Es una forma de decirle al cuerpo: “Podés aflojar”. Para muchas personas que viven en tensión permanente, el masaje es una de las pocas instancias en que pueden entregarse sin estar a la defensiva. No es solo tocar el cuerpo, es entrar en sintonía con algo más profundo. Y cuando eso sucede, el efecto se nota mucho más allá de la camilla.

Fuentes :